martes, 19 de julio de 2011

LA CALLE DE GARMANN. EL FINAL DEL VERANO. EL SECRETO DE GARMANN.

 Stian Hole. Kókinos.

Stian Hole, otro que me gusta mucho, interesante esa mezcolanza de fotografía, dibujo y collage ,que le dan a sus cuentos un aire muy realista.

EL FINAL DEL VERANO.



El verano de Garmann estaba a punto de acabarse. Los grillos cantaban y sus tres tías abuelas venían de visita. Garmann cerró los ojos y pensó en las babosas negras, en lo que escuecen las picaduras de mosquito y en que pronto iba a empezar a ir a la escuela. Volvió a abrir los ojos y vio que las ramas del manzano parecían dedos retorcidos apuntando al cielo. Pronto sería otoño.
Todos los años venían las tías a pasar unos días. Venían con su reúma, con sus hernias y con una tarta de almendra...


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Garmann es un niño noruego que vive con cierta angustia el final del verano porque supondrá su ingreso en la escuela. Tiene mariposas en el estómago porque los nervios, la emoción y unos gramitos de miedo le preocupan. Como todos los años sus tías abuelas vienen a visitarle, y con ellas llega el olor del otoño. Garmann está molesto consigo mismo porque ninguno de sus dientes se ha caído, ¡ni siquiera se mueven! Quedan sólo tres horas para el inicio de su vida de estudiante y antes de acostarse trata de imaginar lo que le aguarda en la escuela.ImagenEste álbum nos habla sobre el paso del tiempo, el crecimiento personal, la superación de los miedos y el reconocimiento de las propias limitaciones. Y lo hace con luminosidad narrativa, con desparpajo poético, con elocuencia imaginativa, y por ello nos cautiva, nos impacta, nos conmueve. La propuesta visual resulta magistral y el discurso literario discurre no sin sobresaltos debido al protagonismo que tratan de imponer las ilustraciones, con su sabia mezcla de realismo, fantasía y nonsense.ImagenImagen


 

 


 
 









 
LA CALLE DE GARMANN


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Mucho más que imágenes inquietantes, mucho más que una historia atípica. Un libro que marca otro camino.
 
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Desde su ventana, Garmann observaba cómo un gato negro cruzaba apresuradamente la calle. «Siete años de mala suerte», pensó, mientras Roy, del cuarto curso, pasaba por delante montado en bicicleta. El año pasado Roy lanzó sus zapatillas tan alto que se quedaron colgadas de los cables del teléfono. Aún seguían allí.
Roy decía que el Hombre de los Sellos era un ogro. Que mataba a los cachorros: «Los mete en un saco y, por la noche, los ahoga en la bahía», explicaba.




 





















Durante los veranos a Garmann le suceden acontecimientos inesperados que, de un modo u otro, transforman su vida. El encuentro con personajes atípicos (sus tías abuelas en el álbum anterior, El final del verano, o el hombre de los sellos en éste), algún episodio que saca a flote los miedos y las expectativas o un desenlace que revela cómo nuestro personaje cambia, hacen de estos extraños libros una lectura muy atractiva. La ilustración no se parece a nada que hayas visto antes e invita a pasar sus páginas una y otra vez.
 
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EL SECRETO DE GARMANN



Pestañear cuando a uno le increpan, los corros que se arman en el recreo, los viajes espaciales, si Dios está de vacaciones o volverse adulto son algunos de los problemas que inquietan a Garmann. En cambio, la complicidad que poco a poco va tejiendo con Johanna, los secretos que ambos comparten y las sorpresas que este encuentro le depara, constituyen para Garmann un inesperado y placentero refugio en el que descubre nuevos sentimientos. Johanna entra en la vida de Garmann y lo invita a sumergirse en una laguna de aguas translúcidas.–Si parpadeas, quiere decir que tienes miedo de tu madre –dijo Hanna dando una palmada delante de las narices de Garmann.
Él parpadeó y Hanna exclamó:
–¡Ajá!, si vuelves a parpadear tendrás que besar a Johanna.
Hanna hizo una mueca burlona y volvió a dar una palmada.
ImagenUn encuentro inesperado puede llevarte a descubrir cosas que antes no habías sentido...Imagen





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