martes, 22 de mayo de 2012

LO QUE HACE EL ABURRIMIENTO

Hoy Beltrán está imposible...
Sí, aprovechando que hoy no vamos al cole he aprovechado para, por fin, canjear unas entradas para un concierto y convencer a mi padre para que me llevase con el coche a comprar intendencia gatuna. Yo sola no puedo con las latas, y los sacos de arena y pienso.

Beltrán ha decidido que hoy era el día de querer y pedirlo todo. Nunca le ha gustado el fútbol, y  sigue sin gustarle, pero hará un par de meses "alguien" le regaló un álbum de cromos de fútbol, y desde entonces ha decidido que su vida es por y para el Real Madrid... Espero que la furia se acabe con el final del álbum, porque ahí lamentablemente, o no, poco juego voy a darle.

Pues bien, ha empezado a ponerse pesado, muuuuuy pesado pidiéndome no se qué equipación del Real Madrid que lleva no se qué jugador, equipación que además era NEGRA!!. Obviamente, me niego a que con 8 años, Beltrán vaya vestido de negro, ni a gastarme el dineral que cuestan la camiseta y los pantaloncitos cortos de marras.

Dos horas de no parar de quejarse, de explicarle, de intentar hacerle razonar, de lloriqueos, de que se enfadase él, de acabar enfadándome yo...

Finalmente, ya en casa, le he mandado a la habitación, "déjame un rato tranquilita, piensa en el show que has montado y luego hablamos sobre ello".

No le he oído lloriquear, ni llamarme, ni nada, estaba tranquilo, y me he acercado a la habitación intrigada. Y allí estaba tan pancho, leyendo y rodeado de cuentos desplegables.

"¿Y eso? Vamos a tener que enfadarnos más a menudo para que estés tan tranquilo leyendo".

"No, mamá, es lo que hace el aburrimiento..."

En fin, al menos lo ha mitigado leyendo.

domingo, 20 de mayo de 2012

De asuntos crematísticos

Que no está mal de vez en cuando, bueno, ahora no queda otra, que bajar de las alturas fabulísticas y darnos de bruces con asuntos de interés terrenal.

En fin, que todo este farragoso preámbulo para contaros que ayer, al salir de la estación de RENFE de Sol (Madrid), me encontré (en la misma estación) uno de esos stand con libros de saldo. No suelen tener mucho de mi interés, pero me es imposible no pararme a mirar, obviamente. Y lo primero que me saltó a los ojos fue la preciosa edición de "El señor Bliss", de Tolkien, editado por Minotauro, al fantastiquísimo precio de 3,95€.

Así que ya sabéis, si os pilla de paso y queréis pasar un buen rato leyendo en el metro o en el tren, haced esa pequeña inversión, que más nos cuesta un paquete de tabaco, leñe.











El Señor Bliss es un libro ilustrado infantil de J.R.R. Tolkien, que fue publicado póstumamente en el año 1982. El libro contiene ilustraciones del propio Tolkien y relata las aventuras que vive el protagonista tras comprarse un automóvil nuevo. La historia la concibió en un comienzo para contársela a sus hijos, y esta no salió a la venta hasta después de su muerte.
El señor Bliss, protagonista del cuento, vivirá una serie de extrañas aventuras en el primer viaje con su coche. En el libro aparecen extraños personajes como un hombre con una carretilla de coles, otra mujer con un carro lleno de plátanos, tres osos que aparecen en todo el relato (basados en muñecos de sus hijos), sus amigos los Dorkins...
La historia no tiene complejidad y Tolkien utiliza un lenguaje muy sencillo, puesto que se trata de un cuento infantil.



Un día, temprano, el señor Bliss se asomó a la ventana.
-¿Hará hoy buen tiempo?- le preguntó al Jirafanejo (que guardaba en el jardín; pero con frecuencia la cabeza del Jirafanejo miraba por las ventanas del dormitorio).
-¡Claro que sí! -dijo el Jirafanejo. Siempre hacía buen tiempo para él, pues tenía una piel lanuda y había cavado un agujero muy hondo en la tierra, y era ciego, de modo que nunca sabía si el sol brillaba o no. A decir verdad, por lo general se iba a la cama después del desayuno y se levantaba para la cena, de modo que sabía muy poco del día.

sábado, 19 de mayo de 2012

BOCA DE LOBO

Fabián Negrín. Thule.



Caperucita roja y el lobo, la abuelita y e cazador. Son los personajes de la famosa fábula que todos conocemos. Ya por las ilustraciones, sin embargo, se intuye que el carácter de los personajes es muy distinto, muy distintos también son los paisajes y las atmósfera. Distinto quizá también el epílogo.
Una invitación a no escuchar una única voz, a buscar siempre las razones de los otros. Una invitación de un autor acostumbrado a reflexionar,  y a hacer reflexionar, sobre los lugares comunes.

















Otra Caperucita que me traje para casa, ésta de Fabián Negrín me ha dejado pensativa, sí, como un muñequito de esos que se rascan la cabeza. De entrada las ilustraciones sorprenden, por lo diferente, por lo que no sé más que calificarlo como un tinte naif inquietante.
Los protagonistas son absolutamente diferentes a lo que me había encontrado hasta ahora, no por el cambio en el enfoque de la perspectiva del cuento, eso ya lo hemos visto más veces. Sino por el tratamiento de los mismos. 
Adolfo, el lobo se llama Adolfo, y claro, no le queda otra, con ese nombre, que ser un lobo diferente. Adolfo ve las cosas desde su muy particular visión, lo primero que hace en adentrarnos en su bosque (que así queda presentado más allá de un mero escenario), nos deja claro en su carta de presentación, que a pesar de los pesares y por mucho que su nombre pueda llegar a confundirnos, no puede ni piensa luchar contra su naturaleza.
Y se encuentra con Caperucita, y la desea, pero Otra Caperucita que me traje para casa, ésta de Fabián Negrín me ha dejado pensativa, sí, como un muñequito de esos que se rascan la cabeza. De entrada las ilustraciones sorprenden, por lo diferente, por lo que no sé más que calificarlo como un tinte naif inquietante.
Los protagonistas son absolutamente diferentes a lo que me había encontrado hasta ahora, no por el cambio en el enfoque de la perspectiva del cuento, eso ya lo hemos visto más veces. Sino por el tratamiento de los mismos. 
Adolfo, el lobo se llama Adolfo, y claro, no le queda otra, con ese nombre, que ser un lobo diferente. Adolfo ve las cosas desde su muy particular visión, lo primero que hace en adentrarnos en su bosque (que así queda presentado más allá de un mero escenario), nos deja claro en su carta de presentación, que a pesar de los pesares y por mucho que su nombre pueda llegar a confundirnos, no puede ni piensa luchar contra su naturaleza.
Y se encuentra con Caperucita, y la desea, pero como buen esteta,  desea aprehender su belleza, y ahí tenemos un conflicto de intereses, no se come a Caperucita, todo forma parte de un desgraciado accidente del que se arrepiente aullando a la luna... 

CUADERNO DE PLAYA

Laura Vaqué y Raquel Marín. Thule.



Es un compendio de juegos, ejercicios y actividades frescos y veraniegos, para practicar o hacer sobre el papel mientras uno se moja los pies, se tumba a la bartola, se achicharra bajo el sol o disfruta de la brisa marina bajo la sombrilla. Hay divertimentos para todos los gustos, como hacer mapas del tesoro, diseñar tu colección de moda del verano, crear tu obra de arte, inventar tu superhéroe de playa o escribir la nueva canción del verano.














Cuanto más descubro las ilustraciones de Raquel Marín, más me gustan. A simple vista pudiera parecer que pecan de simples o incluso esquemáticos, pero basta un poco más de atención para descubrir todo un mundo de intenciones y de matices.
Me encantan esos fondos crudos, grises, sin desbastar, los naranjas y los azules, y me gustan sus "cuadros" realistas y sus imágenes evocadoras.
Pero lo que a priori llama la atención, lo que primero de capta, es ese aire antiguo como de ciclostil coloreado.


Pd: Ustedes perdonen, no tengo ni idea de casi nada y de técnicas pictóricas mucho menos, lo mío son mis muy subjetivas impresiones, así que háganme un favor y apiádesenme si ven que escribo alguna tontería más allá de lo habitual.

martes, 8 de mayo de 2012

INMA DE MIGUEL

Cuentacuentos, luego os cuento más cosas, ahora llego tarde.

http://www.inmademiguel.com/

Me hizo ilusión que entrase en nuestro "cuartito" del cole preguntando por la madre de Beltrán. Siempre me ha fascinado la capacidad de algunas personas por transmitir y de Inmaculada tengo muy buenas referencias.
No he podido verla aún en "acción", pero a buen seguro colmará todas mis expectativas.



jueves, 3 de mayo de 2012

CAPUBLICITA ROJA

Alain Serres y Clotilde Perrin. S.M.



¿Por qué la publicidad no puede interrumpir más que las películas de la tele? ¿Por qué solo puede colarse en los dibujos animados, las páginas de los periódicos, los programas de radio, los portales de internet, las camisetas, los autobuses y las vallas publicitarias, y nunca aparece en los libros? Usando como base el archiconocido cuento "Caperucita roja", este libro propone una reflexión irónica y muy divertida sobre la influencia de la publicidad en nuestra vida y nuestras mentes.

Va a ser que cuando veo una Caperucita me la traigo para casa, no tengo remedio, cuando tenga un rato voy a ver cuántas tengo y hago una "comparativa".
He de confesar que cuando compré esta última no me di ni cuenta de que en realidad el título estaba ligeramente "pervertido".

BIRGIT

Gudrun Mebs y Beatriz Martín Vidal. El Jinete Azul.





Birgit enferma de gravedad e ingresa en el hospital. El miedo, la esperanza y la tristeza trastornan la vida de toda la familia. Y en especial la de su hermana pequeña, que, desde su vision, narra los acontecimientos y sus sentimientos hasta la muerte de Birgitt.

Gudrun Mebs fue Premio Alemán de Literaura Infantil y Juvenil dos años después de la primera publicación de este libro en 1982. Es sin duda una de sus mejores obras.

Las sugerentes y líricas ilustraciones de Beatriz Martín Vidal iluminan este hermoso texto lleno de ingenuidad y ternura.






Sorpresón me llevé cuando entré en Troa y lo vi expuesto, tenía muuuuuuuchas ganas de este librito, librito por el formato, el diminutivo no se le puede aplicar por otras razones.

Ternura por los cuatro costados y ese sabor agridulce que siempre me dejan los cuentos ilustrados por Beatriz Martín Vidal. Reconozco que suelo (salvo honrosas excepciones) comprar los libros por los ilustradores, y es algo de lo que debo "curarme", pues a buen seguro me estoy perdiendo maravillas. Aunque si la ilustración no me llama, el álbum no me llama, porque obviamente por algo son álbumes ilustrados.

En fin, mucha tontería obvia estoy soltando a propósito de Birgit. Delicado, triste, alegórico a más no poder, tierno, sin ñoñerías, (algunos ya sabrán que no puedo con la ñoñería) y una edición súper cuidada como siempre hace esta gente de El Jinete Azul.

Me acosté con el corazón encogido, no sé si es el propósito o no del libro, pero lo consiguió.

No sé si se lo voy a leer a Beltrán, o si debería hacerlo él solo, o en voz alta, ya os contaré.

Hacéos con este libro, es una maravilla.

Eso sí, tengo la impresión, ni con mucho he leído todo lo que ha ilustrado Beatriz Martín Vidal, de que siempre ilustra historias tristes, no es una crítica, simplemente una observación y una pregunta que me hago. Aunque me temo, que como en el caso de los Pablos, acabaré atesorando todo lo que encuentre de ella y lo comprobaré por mí misma.

Es una mujer muy accesible y recomiendo encarecidamente su página, ahora llego tarde al cole, a los coles, y tengo que levantar a Beltrán, pero cuando vuelva a la tarde os pondré algún vínculo.

Hala, a disfrutar.