lunes, 25 de febrero de 2013

DESENCUENTROS

Jimmy Liao. BFE.

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Ella vive en un viejo bloque de pisos de un barrio de las afueras de la ciudad. Cada vez que sale, no importa adonde vaya, se dirige siempre hacia la izquierda. Él vive en un viejo bloque de pisos de un barrio de las afueras de la ciudad. Cada vez que sale, no importa adonde vaya, se dirige siempre hacia la derecha.

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Ésta es la historia de dos vidas paralelas que un buen día convergen y descubren fugazmente el amor, hasta que el azar vuelve a separarlas. La naturaleza y el progreso de la gran ciudad siguen su curso implacable, indiferentes al sufrimiento de los amantes desunidos. Con su talento para la descripción poética de la realidad, Jimmy Liao crea el relato dulcemente melancólico de una tragedia cotidiana.

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Minuto Digital
7 Mayo 2008


La poesía también se puede crear mediante una historia gráfica; por lo menos eso nos demuestra Jimmy Liao en Desencuentros.
El azar rige los destinos de los hombres, y puede ser la causa de su felicidad o de su desgracia.
Desencuentros nos narra la vida de dos jóvenes que permanecen ajenos, hasta que un buen día el destino los une pasajeramente, convirtiéndolos en dos muñecos rotos en manos del azar.
Las costumbre, las rutinas, y los hábitos juegan una mala pasada a nuestro protagonistas, que buscan su felicidad sin poderla encontrar.
Un drama excepcionalmente narrado, y espléndidamente desarrollado, su lectura es un verdadero gozo.

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Bienvenidos a la fiesta


El sonido de los colores y Desencuentros, de Jimmy Liao, se pueden alinear con Emigrantes, de Shaun Tan, por su solidez y consistencia tanto gráficas como argumentales, por su carácter híbrido entre los álbumes y las novelas gráficas, y porque también buscan unos destinatarios más bien jóvenes o adultos. Además, igual que Emigrantes, son relatos que merece la pena no sólo conocer sino también tener: son muy ricos de contenido y están editados con el cuidado que merecen las obras que perdurarán.

Luis Daniel González

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Desencuentros (Turn left, turn right, 2006)
Cádiz: Bárbara Fiore, 2008; 128 pp.; trad. de Jordi Ainaud i Escudero; ISBN: 978-84-935591-9-9.
15 años: lectores jóvenes. Álbumes ilustrados.

Historia que arranca un 6 de octubre y que se cierra un 6 de marzo, año y medio después. Un joven músico y una joven traductora viven en el mismo bloque de pisos pero mientras ella, siempre que sale, se dirige a la izquierda, él lo hace siempre a la derecha. Sus caminos por la ciudad son siempre divergentes hasta que, un día, en una plaza circular del surtidor del parque, se conocen e intercambian los teléfonos. Al regreso a sus casas llueve de modo inclemente y se mojan los papeles en los que los anotaron, por lo que ambos pierden los números. La vida sigue y no logran encontrarse de nuevo a pesar de sus deseos y sus esfuerzos hasta que…

Extraordinarios álbumes, o novelas gráficas, que tienen gran riqueza visual, una concepción ambiciosa, y una realización detallista. Los tres comparten ideas de fondo en los argumentos —la soledad, la necesidad de comunicación, la nostalgia…—, así como el modo poético y evocador de abordarlas gráficamente. Los tres presentan personajes humanos con un parecido gráfico a los de Jean Sempé, tanto en el dibujo individual como en los momentos donde se ven grupos o multitudes. Argumentalmente son más poderosos El sonido de los colores y Desencuentros, relatos que arrancan con poemas de Wislawa Szymborska.
La primera historia está dedicada a los poetas. El poema con el que se abre habla de que es una gran suerte no saber del todo en qué mundo se vive. Se cierra con otro poema de Rilke titulado La ciega en el que se dice que, para la protagonista, todos los colores se traducen en sonidos y olores. Las imágenes van acompañadas de textos en primera persona que son preguntas que se hace a sí misma la protagonista, un poco como la de Noche de tormenta, o comentarios sobre su percepción del mundo.
La piedra azul, que el autor dedica a sus padres, habla del desarraigo y de la nostalgia insaciable del hogar al que uno pertenece. También se presenta como una búsqueda, con frecuencia infructuosa, de quien nos complementa; y como un subrayado de que con el paso del tiempo seguimos siendo los mismos, no importa qué transformaciones suframos.
El poema del comienzo de Desencuentros menciona lo hermosa que es la seguridad pero que la inseguridad es más hermosa todavía, y toda la historia es como una reflexión sobre la belleza poética de la búsqueda. Con tipos de letra distintos, las ilustraciones llevan una fecha e indicaciones del tiempo atmosférico por un lado y, no siempre, van acompañadas de textos mínimos que dicen algo de lo que hacen o sienten los protagonistas. Los protagonistas aparecieron en Los sonidos de los separados por la misma piedra azul del segundo álbum

Mundos imaginativos ricos

El comentario a estos álbumes podría ser muy extenso. Sin que falten detalles simpáticos y guiños humorísticos, en general se puede decir que el autor tiene querencia tanto por mostrar la soledad en medio de la ciudad como por mostrar la belleza de algunos momentos de felicidad interior o de paisajes de alrededor. Hay escenas que acentúan lo primero: las estaciones de trenes vacías, las de trenes que pasan con personajes al otro lado de las ventanillas, las multitudes ruidosas y festivas donde sin embargo algo falta… Y otras lo segundo: la chica ciega tomando el sol en el lomo de una ballena, los protagonistas de Desencuentros charlando felices mientras se acerca la tormenta, entre muchas otras.
En El sonido de los colores se puede hacer notar la contraposición entre una de las primeras imágenes, en la que la protagonista está entrando en una boca de metro contra un fondo de colores difusos, con una del final cuando sale de otra boca y se ve rodeada por una especie de gran vidriera colorista de perfiles netos. También, además de que seguramente la historia contiene referencias visuales y culturales al mundo oriental, hay alusiones a pintores como Matisse, a obras como El Mago de Oz, a ilustradores como Chris Van Allsburg... Al final, el lector acaba fascinado por la chica protagonista, por su descubrimiento del mundo y su rico mundo imaginativo en continua expansión.
Casi al principio de Desencuentros hay una doble página con ilustraciones de las habitaciones de los protagonistas, que dan idea de sus modos de ser, de sus vidas, y en las que aparecen elementos que veremos y que evolucionarán coherentemente a lo largo del relato. Es sensacional cómo las ilustraciones representan sus ansiedades, sus mundos imaginativos y sus sueños; algunas con cada uno de los protagonistas, otras con los dos al tiempo cuando se nos muestra cómo se cruzan pero no se encuentran. Resultan magistrales la doble página donde se ven los números de teléfono emborronados, las distintas representaciones de la soledad en medio de la ciudad, las escenas que muestran la transformación de los lugares de los encuentros anteriores de los protagonistas…

Luis Daniel González

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