martes, 8 de julio de 2014

OLIVER TWUIST

Charles Dickens. Adaptación de Pablo Antón Pascual e ilustraciones de Christian Birmingham.















Al pequeño Oliver Twuist no le sonríe la suerte. Quedó huérfano nada más nacer, y ha crecido en un hospicio  donde no ha recibido cariño alguno. A los nueve años, ya sabe lo que es pasar hambre, sufrir malos tratos y trabajar de sol a sol en una fábrica, así que un buen día decide fugarse a Londres con la esperanza de iniciar una vida más fácil. La gran cuidad, sin embargo, es una trampa llena de peligros. Oliver cae en las redes de una banda de ladrones y sufre la persecución de un oscuro delincuente que intenta esconder los orígenes familiares del niño. Nos encontramos, pues, ante una historia llena de acción y, en la que predomina lo dramático pero no faltan las notas de humor y esperanza. Y es que, aunque denuncie las penalidades de los desheredados en la época industrial, Dickens quiere transmitirnos una lección optimista sobre el poder del bien, pues nos enseña que, en este mundo tan duro, hay muchas almas generosas dispuestas a ayudar a quienes sufren.

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