La crisis aprieta y, cómo no, también ha llegado a las dependencias de la
T.I.A. El Súper llama a sus agentes más prescindibles… perdón, más destacados,
Mortadelo y Filemón, para que pongan en práctica los nuevos sistemas de
aprovechamiento de los materiales. Tendrán que cambiar de medio de tranporte,
sustituyendo el vehículo motorizado por el vehículo a cuatro patas, para
desgracia de un pobre asno. También reciclarán el envío de mensajes, por medio
de una anciana paloma mensajera que acabará siendo la causa de un desastre
descomunal.
Nunca fui ni soy. muy aficionada a los tebeos (me cuesta escribir tebeo y no cómic, ¡ayyyyyy!), mi hermano sí, y por eso en casa siempre los hubo de todo tipo. Eso sí, recuerdo los ratos que echaba en casa de mi abuelo Pedro leyendo los libros de Tarzán, y los famosos TBO. Dónde irían a parar...
La semana pasada, como parte de sus deberes, Beltrán tenía que realizar una viñeta de cómic, y aprender, lo que era una viñeta y un bocadillo. En casa tenemos la colección completa de Astérix y Obelix, pero Beltrán aún no ha mostrado demasiado interés por ellos.
Juan Carlos, que fue un gran entusiasta de los tebeos en su niñez y adolescencia, siempre me habla con entusiasmo de las risas que se echaba con Mortadelo y Filemón. Los de mi generación, de tener que elegir unos tebeos, serían por supuesto los de Mortadelo y Filemón, toda una institución. Así que decidí que serían con estos entrañables personajes con los que ejemplificaría a Beltrán lo que era un cómic.
Leyó un par de páginas y le gustó, pero no se ha puesto mucho a ello, la verdad es que este año tiene muchos deberes y muchas cosas que leer del cole, más con las que yo me empeño en intentar despertar su interés. No sé si a veces le saturo...
Qué recuerdos esos TBOs!! :)
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