sábado, 14 de abril de 2012

ENANOS Y GIGANTES

 Max Bolliger y Stepan Zavrel. S.M.

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Era un país de enanos que vivían en paz y armonía hasta que un buen día aparecieron dos gigantes, uno de cabello amarillo y otro de cabello castaño. El poder de sus grandes brazos y piernas y sus miradas mal intencionadas amedrentaron rápidamente a todos los enanos. El miedo se adueñó de ellos y dejó paso a un abuso sin límites. Los enanos empezaron a vivir para los gigantes: les construyeron castillos, los alimentaban y sacaban piedras preciosas de las entrañas de la tierra para satisfacer su codicia.
Un buen día los gigantes, sospechando la traición del otro, se enfrascaron en una gran pelea en la que prontamente los enanos tomaron partido. Ahora los pobres enanos sumaron a sus ya largas desdichas una más: la guerra entre hermanos. Fue así como construyeron una enorme muralla que se hacía más y más grande con el tiempo. Sin embargo, en algún momento, algunos niños enanos empezaron a cantar, (actividad que estaba prohibida por los gigantes), y su alegría se contagió y pronto se sumaron muchas voces y cantaron tan alto que los gigantes se asustaron. Una historia que nos narra sobre los grandes problemas que implica que una población viva con miedo, de lo frágil y manejables que se vuelven las personas ante la prepotencia en esas condiciones y de cómo se puede conjurar este problema.
Es además una historia actual y que se ha repetido desde siempre en la historia de la humanidad, por lo que el cuento termina siendo una perfecta analogía de la complejidad y locura del comportamiento humano y una perfecta manera de acercarse a él.


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