El lío se organiza en el momento en que las Hermanastras de este cuento se marchan a Palacio y la pequeña se queda en la bodega a partir leña. Allí, entre los ratones llora y grita, golpea la pared, se desgañita: "Quiero salir de aquí! ¡Malditas brujas! ¡¡Os arrancarñé el moño por granujas!!.
Creo que fue Quentin Blake uno de los primeros ilustradores en los que me fijé y sigue gustándome mucho, como el primer día. Su tándem creativo con Roal Dahl es simplemente perfecto.
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