Petr Horácek. Juventud.
"Un libro con agujero, mami, cómpramelo". Un ratoncito que busca complicadas soluciones para acabar dándose de bruces con lo más sencillo.
Un día, un ratoncito se asomó por el pequeño agujero en el que vivía, y vio una
gran manzana.
«¡Vaya! —dijo el Ratoncito—. ¡Cómo me gustaría comerme esta manzana! Primero la meteré en casa.»
Pero por más que lo intentó, no pudo hacer pasar la gran manzana por el pequeño agujero.
«Mi casa es demasiado pequeña —dijo el Ratoncito—. Debería buscar una más grande.»
Y se puso en marcha.
«¡Vaya! —dijo el Ratoncito—. ¡Cómo me gustaría comerme esta manzana! Primero la meteré en casa.»
Pero por más que lo intentó, no pudo hacer pasar la gran manzana por el pequeño agujero.
«Mi casa es demasiado pequeña —dijo el Ratoncito—. Debería buscar una más grande.»
Y se puso en marcha.
Un pequeño ratón encuentra una gran manzana, y como tiene un gran apetito,
decide llevársela a casa. Pero la manzana no cabe en su pequeño hogar, así que
decide buscar otro mayor. En una secuencia encadenada, según avanza la obra el
protagonista irá encontrando sitios más grandes donde no puede quedarse porque
ya están habitados. La búsqueda continúa hasta que encuentra un lugar en el que
se siente cómodo y así se cierra el círculo, sin darse cuenta ha vuelto hasta su
casa. El libro presenta una propuesta sencilla pero muy adecuada de troquel en
las ilustraciones para que el lector interactúe lo más posible con la historia.
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