LA ROSA DE SAN JORGE

Joles Sennell y Roser Capdevila. S.M.

Había una vez dos países muy pequeños y muy parecidos. Se llamaban Tresmenoscuarto y Nosonlastrés. Los dos países vivían en paz, hasta que un día, un consejero de la reina de Tresmenoscuarto que era muy ambicioso, empezó a discurrir cómo se las arreglaría para ser él el rey.

EL MONO IMITAMONOS

Consuelo Armijo y Alfonso Ruano. S.M.

Había una vez un mono que se lo pasaba mmuy bien subiéndose a los árboles y colgándose de sus ramas. Unas veces se colgaba con las manos y otras con los pies. Y cuando oscurecía y muy bien no se veía, el mono parecía un pijama puesto a secar.

UN MONTÓN DE UNICORNIOS

Ana María Machado y Asun Balzola. S.M.

Era una casa muy bonita, con garage, ventanas de aluminio y cristales ahumados... Pero ni un trozo de jardín, ni un patio de arena donde pudieran jugar los niños. Y, de repente, aquel mundo tan triste se llenó de unicornios.

EL DRAGÓN COLOR FRAMBUESA

Georg Bydlinski y Federico Delicado. S.M.

"¡Ja! ¡Ja! ¡No nos hagas reír! ¡Un dragón color frambuesa! ¡Ja! ¡Ja! ¡No nos hagas reír!" Así le cantaban sus compañeros al pequeño dragón. Y es qe al pobre le gustaba tanto comer frambuesas que tenía la piel completamente salpicada de lunares rojos. ¿Qué podía hacer?

LA BRUJA MON

Pilar Mateos y Viví Escribá. S. M.

¡Qué bien lo pasa la bruja Mon! Con su vieja varita y las palabras mágicas se dedica a hacer travesuras. Pero, a veces, las cosas no le salen como ella quiere y hasta tiene que pagar una multa.

PATATITA

Pilar Molina Llorente y Marina Seoane.

Patatita, un niño gitano,  su perro Caldero quieren conocer aquel pueblo. Por las calles hay muchas casetas de tiro al blanco, gigantes y cabezudos, caballitos de tiovivo... Y ¡qué pasteles! Patatita se queda mirándolos y, de pronto, se da cuenta de que Caldero ha desaparecido.

MACACO Y ANTÓN

Alfredo Gómez Cerdá. S.M.

Macaco y Antón trabajan en un tren de mercancías. Son amigos. Pero no son amigos porque trabajen en el mismo tren de mercancías. Son viejos amigos.

El jefe de la estación siempre habla retorciéndose las puntas de us gran bigote y tocando la campanilla del andén: ¡Tilín-tilón! ¡Y les manda cada trabajo más raro...!

Macaco y Antón dicen a todo que sí. ¡Siempre dicen que sí! Hasta que un día...