domingo, 25 de mayo de 2014

HÄNSEL Y GRETEL

Jacob y Wilhem Grimm. Ilustraciones de Beatriz Martín Vidal. Anaya.

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La vieja que se había presentado de forma tan cordial era una bruja malvada que acechaba a los niños. Había construido de pan la casa solamente para atraerlos. Cuando caía uno en sus manos, lo mataba, lo cocinaba y se lo comía, y eso era para ella un día de fiesta. Las brujas tienen los ojos sanguinolentos y no ven bien de lejos, pero poseen un olfato tan fino como los animales y notan cuando se aproximan los humanos.
La historia de Hänsel y Gretel no necesita presentación. Desde hace generaciones, los lectores más pequeños (y también los adultos) contienen el aliento con cada escena de este cuento inmortal, en el que los hermanos Grimm muestran desde la amargura de unos padres crueles hasta el olor dulce de la casa de una bruja tenebrosa.

Por primera vez, la ilustradora Beatriz Martín Vidal pone sus lápices y pinceles al servicio de una historia que la apasiona desde pequeña, dotándola de una visión completamente fresca de un cuento del que creíamos, ingenuamente, que ya conocíamos.
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Me ha llamado esta tarde mi librera, "Gloria, vente p´acá, que acabo de recibir un Hansel y Gretel de Beatriz Martín vidal, ya sé que ahora te viene mal y que estás pobre, pero ven a verlo...

Cabrita Adriana! Cuando me ha llamado estaba cerca, así que me he acercado y me lo he traído para casa, vale, va, son 12 euros, hasta ahí aún puedo llegar.

Adoro a Beatriz Martín Vidal, es mi ilustradora favorita, y sé que ya lo he comentado más de una vez, pero me da igual.

Aún no lo he paladeado como es debido, pero esta vez, Beatriz Martín Vidal es verde, de un verde musgo, oscuro, desvaído, vertical... Bueno, siempre es vertical.

Por cierto, si no fuera por lo que es, ahora mismo luciría esto en mi pierna derecha, ya tenía hasta cita... Habrá que esperar un poco más.









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