En El niño, la golondrina y el gato se suceden maravillosas y fantásticas aventuras en la selva, en el firmamento y en el fondo del mar. Es un mundo lleno de luz, de color y de plasticidad. De poesía y belleza, con vértigo cinematográfico. Arte y trascendencia en suma, al igual que en "Platero" y el "Principito" o en la obra de Andersen y Hoffman. De ahí que interese a pequeños y mayores. Un clásico moderno que nos narra la odisea de un niño que se convierte en constelación celete para salvaguardar la paz del mundo.
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