
jueves, 8 de diciembre de 2011
EL SECUESTRO DE LA BIBLIOTECARIA
M. Mahi y Q. Blake. Alfaguara. 1.994.

Va a ser que tengo tres, uno fantástico y grande que me regalaron por mi cumple y otros dos que han aparecido misteriosamente bajo montañas de polvo.

Va a ser que tengo tres, uno fantástico y grande que me regalaron por mi cumple y otros dos que han aparecido misteriosamente bajo montañas de polvo.

domingo, 4 de diciembre de 2011
ANIMALARIO (ARTE DE LA INDIA)
.Kanchana Arni y Gira Wolf. Factoría de K.



Una mirada objetiva podría decir de este Animalario que es un catálogo elaborado artesanalmente compuesto por 34 ilustraciones que representan una decena de diferentes animales, entre mamíferos y reptiles, provenientes de distintas tradiciones artísticas populares y tribales de la India, acompañado por un esclarecedor prólogo y tres láminas enmarcables. Sin embargo, esta descripción desmerece el significado y valor de la obra. Si nos atenemos a ella, nada nos hará pensar que estamos frente a un libro infantil. Y es que esta obra dista mucho de los habituales libros de imágenes de animales y de las obras de divulgación artística. Los editores han apostado por prescindir de mediaciones y propiciar un contacto directo entre la obra de arte y el lector. El empleo de la serigrafía hace que cada libro recoja “originales” en vez de “reproducciones”. El despojar de un exotismo añadido, de proyecciones culturales etnocentristas, de ramplones humanismos y de otros lugares comunes habituales en las obras que tratan sobre la India, además de ser un acto de respeto y justicia, es una aproximación poco común en las obras encasilladas dentro de rótulos como libros para la convivencia, para la multiculturalidad y un largo y cursi etcétera. Cada imagen de este libro tiene la capacidad de asombrarnos, y de sugerirnos su trasfondo cultural.
Animalario es un libro que se desprende de efectismos, que rehúye de lo explícito y de los estereotipos. Su aparente dificultad es retribuida por la sensibilidad subyacente; por, entre tantas cosas, ofrecerle al pequeño lector la posibilidad de nutrir y ampliar su visión del mundo y al adulto de nutrir y ampliar su visión del arte, de la literatura infantil y de la infancia.
Una pieza de coleccionismo para bibliófilos. Cada página es una impresión original, una serigrafía sobre papel especial hecho a mano. Los autores de estos libros artesanales son una comunidad de impresores de la India, que han plasmado en este trabajo su amplia experiencia en la aplicación de una técnica única. Por su concepto, diseño y producción, estos libros artísticos llegan al lector elevados a la categoría de bien cultural.



Una mirada objetiva podría decir de este Animalario que es un catálogo elaborado artesanalmente compuesto por 34 ilustraciones que representan una decena de diferentes animales, entre mamíferos y reptiles, provenientes de distintas tradiciones artísticas populares y tribales de la India, acompañado por un esclarecedor prólogo y tres láminas enmarcables. Sin embargo, esta descripción desmerece el significado y valor de la obra. Si nos atenemos a ella, nada nos hará pensar que estamos frente a un libro infantil. Y es que esta obra dista mucho de los habituales libros de imágenes de animales y de las obras de divulgación artística. Los editores han apostado por prescindir de mediaciones y propiciar un contacto directo entre la obra de arte y el lector. El empleo de la serigrafía hace que cada libro recoja “originales” en vez de “reproducciones”. El despojar de un exotismo añadido, de proyecciones culturales etnocentristas, de ramplones humanismos y de otros lugares comunes habituales en las obras que tratan sobre la India, además de ser un acto de respeto y justicia, es una aproximación poco común en las obras encasilladas dentro de rótulos como libros para la convivencia, para la multiculturalidad y un largo y cursi etcétera. Cada imagen de este libro tiene la capacidad de asombrarnos, y de sugerirnos su trasfondo cultural.
Animalario es un libro que se desprende de efectismos, que rehúye de lo explícito y de los estereotipos. Su aparente dificultad es retribuida por la sensibilidad subyacente; por, entre tantas cosas, ofrecerle al pequeño lector la posibilidad de nutrir y ampliar su visión del mundo y al adulto de nutrir y ampliar su visión del arte, de la literatura infantil y de la infancia.
Una pieza de coleccionismo para bibliófilos. Cada página es una impresión original, una serigrafía sobre papel especial hecho a mano. Los autores de estos libros artesanales son una comunidad de impresores de la India, que han plasmado en este trabajo su amplia experiencia en la aplicación de una técnica única. Por su concepto, diseño y producción, estos libros artísticos llegan al lector elevados a la categoría de bien cultural.
DIÓGENES
DIÓGENES. Pablo Albo y Pablo Auladell. Kalandraka.





del binomio formado por Pablo Albo y Pablo Auladell. Un libro de cuentos "disfrazado" de cuento popular, que destila inteligencia, humor y originalidad por los cuatros costados. Es de lo mejor que he leído en los últimos tiempo. Una buena idea para regalar estos días, porque además está bien de precio (para lo caritos que están este tipo de álbumes ilustrados).
Diógenes tiene un hobby: coleccionar cosas. ¿Qué cosas? De todo tipo. Las encuentra, las recoge y se las lleva para casa. El caso es que Diógenes vive con sus padres, su hermana, su hermano pequeño y sus abuelos, todos ellos coleccionan cosas: todo tipo de cosas. No os podéis imaginar lo repleta que está aquella casa. Por si eso fuera poco, Diógenes tiene un tío soltero que también es coleccionista, y con frecuencia viene de visita con su colección de...
cartas de amor.
“Diógenes” es una micronovela exenta de pedagogía y buenas intenciones, hecha de pedacitos que se entrelazan, se mezclan, se inmiscuyen unos en los otros y, entre humor absurdo y afecto, llevan al lector hacia un trágico final.






Sigo enamorada, tras leer el Sueño de Pablo,
del binomio formado por Pablo Albo y Pablo Auladell. Un libro de cuentos "disfrazado" de cuento popular, que destila inteligencia, humor y originalidad por los cuatros costados. Es de lo mejor que he leído en los últimos tiempo. Una buena idea para regalar estos días, porque además está bien de precio (para lo caritos que están este tipo de álbumes ilustrados).
Diógenes tiene un hobby: coleccionar cosas. ¿Qué cosas? De todo tipo. Las encuentra, las recoge y se las lleva para casa. El caso es que Diógenes vive con sus padres, su hermana, su hermano pequeño y sus abuelos, todos ellos coleccionan cosas: todo tipo de cosas. No os podéis imaginar lo repleta que está aquella casa. Por si eso fuera poco, Diógenes tiene un tío soltero que también es coleccionista, y con frecuencia viene de visita con su colección de...
cartas de amor.
“Diógenes” es una micronovela exenta de pedagogía y buenas intenciones, hecha de pedacitos que se entrelazan, se mezclan, se inmiscuyen unos en los otros y, entre humor absurdo y afecto, llevan al lector hacia un trágico final.
Juntos, tienen publicados otros títulos, que me temo no tengo más remedio que hacerme con ellos...



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