Antonio Skármeta y María Espluga. Edebé.
Era un chico tan pobre y tan alegre que todo el mundo le parecía rico y triste. En el barrio lo llamaban "Chispas". Chispas vivía con su padre que estaba en paro, y por eso, para ayudarlo en las mañanas le hacía mandados al escritor Castillo. A cambio el hombre le extendía una luca de propina. Una luca eran mil pesos. Y sólo con cien pesos se podía dar una vuelta en el carrusel.Mi primer regalo de cumple el día de mi cumple...
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