Un libro ilustrado con un formato muy adecuado para los niños, planteado en forma de dobles páginas con dibujos de las partes del cuerpo humano.
Las ilustraciones encierran pequeñas dosis de humor, lo que las hace muy divertidas para los más pequeños al tiempo que llama la atención de los mayores por su ironía.
El Atlas está organizado en función de las partes del cuerpo humano que se ven involucradas en cada una de las difernetes funciones: comer, comunicarse, dormir, respirar...)
Algunas páginas son desplegables y el libro ofrece un póster gigante con los diversos sistemas del cuerpo humano: respiratorio, circulatorio, digestivo, etc.)
El libro se cierra con un índice terminológico, que facilita las búsquedas.
Oye, pues está muy bien explicado, acertado a su edad, y claro con 8 años, Beltrán fue directo a lo que más le llamó la atención y se tiró como media hora cantando: "¡Soy un espermatozoide, soy un epermatozoide...!"
Las ilustraciones encierran pequeñas dosis de humor, lo que las hace muy divertidas para los más pequeños al tiempo que llama la atención de los mayores por su ironía.
El Atlas está organizado en función de las partes del cuerpo humano que se ven involucradas en cada una de las difernetes funciones: comer, comunicarse, dormir, respirar...)
Algunas páginas son desplegables y el libro ofrece un póster gigante con los diversos sistemas del cuerpo humano: respiratorio, circulatorio, digestivo, etc.)
El libro se cierra con un índice terminológico, que facilita las búsquedas.
Oye, pues está muy bien explicado, acertado a su edad, y claro con 8 años, Beltrán fue directo a lo que más le llamó la atención y se tiró como media hora cantando: "¡Soy un espermatozoide, soy un epermatozoide...!"
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