Se acercaba el día de su cumpleaños y, como siempre, aunque
no necesitaba decir lo que deseaba, porque llevaba mil siglos queriendo lo mismo
inútilmente y todo el mundo lo sabía de sobra, Lolo les dijo a los abuelos, a
las abuelas, a los tíos, a las tías, a su madre y a su padre que quería un
animal, el que fuera. Nuevamente les aclaró que no le importaba que se tratara
de un pez de varios colores o de uno solo, de un cangrejo ermitaño como el de su
amigo Jorge, que decía que era un bicho aburrido como una piedra.
Lolo encuentra una lagartija y le pone de nombre La. ¡Al fin tiene un animal! Pero no le será tan fácil cuidarlo y deberá devolverlo a su hábitat natural.
Lolo ama a todos los animales y bichos del mundo, pero sus
padres no le regalan nunca uno porque no son de su agrado. Lolo cuida a las
hormigas, moscas y arañas que hay en su casa, hasta que un día una lagartija, a
quien llama La, se «cuela» en su mochila del cole. Pero sin querer Lolo le corta
la cola, por lo que hay que llevarla al veterinario. Nada grave, dice la
veterinaria, la cola de las lagartijas vuelve a crecer enseguida, pero es mejor
que Lolo la devuelva a su ambiente natural.
Novela que narra el amor de Lolo por todo tipo de animales y bichos. En su décimo cumpleaños pide un animal de regalo, pero a su madre no le gustan nada y Lolo debe conformarse con cuidar a Penélope, la araña de su cuarto. Un día una lagartija se «cuela» en su mochila del cole y Lolo la llama La. Sin querer le corta la cola y sus padres, que lo descubren, deciden llevarla al veterinario. Al final, Lolo devolverá a la lagartija a su hábitat natural. Un apéndice con información sobre lagartijas completa el libro.
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