Lo tenía arrumbado por ahí y ni siquiera lo había leído (mal, muy mal).
Creo que lo compré el año pasado cuando vinieron los de Edelvives al colegio, y como es pequeñito, estaba ahí en un rincón olvidado...
Lo acabo de leer y me ha dejado un regusto muy agradable, dulce y tierno. Es una vuelta al mito de Frankenstein, pero no una cualquiera. Ahora es sólo un niño el que es expulsado por un padre que no ha quedado contento de su creación, y que vaga por el mundo sin saber muy bien cuál es su lugar.
Es un bonito canto al derecho a ser diferente, una loa a lo que llevamos dentro, a la inocencia, un buen libro para aprender a "practicar" la empatía.
Hasta ahora, me parece que es el mejor texto que ha ilustrado Dautremer.
El señor Stein fabricaba marionetas. Las creaba para hacer realidad sus sueños. Estas, por arte de magia cobraban vida. Una mañana, el sabio tuvo una gran idea: construiría un muñeco que fuese su doble.
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