Érase una vez una niña llamada Alicia, que se hallaba sentada a la vera del río junto a su hermana.
- ¡Estoy tan aburrida...! - se lamentó.
En ese instante un conejo blanco pasó corriendo.
- Oye, conejo, ¿adónde vas?
Presa de la curiosidad, Alicia corrió tras él y cayó dentro de un túnel muy largo. De repente, Alicia aterrizó en un extraño país, lleno de fantásticos personajes.
Pedazo de regalo que me ha hecho hoy mi amigo Jose. Hemos ido esta tarde al Lobo Flaco para que eligiese un cuento por mi cumpleaños. Iba pensando en otra cosa y me he encontrado con este derroche de color y de líneas, no me he podido resistir... Aunque estoy empezando a pensar que soy una mujer con una voluntad débil, muy débil.
No conocía la editorial ni a la ilustradora, y me ha sorprendido muy gratamente. Hoy no doy para más, los opíaceos (mi cervicobraquialgia no me da tregua) me tienen afásica, atáxica, o sea idiotizada...
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