Un viaje de ida y vuelta entre un hombre y una mujer que se conocen cuando no son humanos y se reencuentran cuando todavía no lo son. Una historia de anhelos y encuentros,k de carne y de huesos, levemente inspirada en la leyenda de la mujer equeleto, que nos habla de lo humanos que somos aunque no lo sepamos, aunque no lo parezcamos, aunque no nos demos cuenta.
Sugerente, muy sugerente, evocador, lírico, bello... Y me ha picado la curiosidad y buscaré la leyenda de la mujer esqueleto. Eso sí, infantil, como que no, es uno de los que compré, lo reconozco, pensando sólo en mí. Pero como siempre digo, me encantará ver la lectura que hace de este libro, Beltrán.
Y la encontré:
Cuenta la historia que un pescador tomó su anzuelo y se dirigió al mar. Estaba hambriento y necesitaba urgentemente el alimento. Tiró su anzuelo y éste picó de inmediato. Al empezar a tirar, el pescador descubrió que su pesca le daría trabajo y arremangó sus mangas mientras reía del entusiasmo pensando en cuánta gente se alimentaría de tamaño pez!! Pero a medida que tiraba del anzuelo, no lograba extraer su carga, hasta que de repente tuvo una visión horrorífica ! un esqueleto de mujer!
Espantado, enloquecido, huye tirando del anzuelo, sin percatarse que con él arrastra su presa. Jadeando, sin descanso, abre la puerta de su cabaña y arroja el anzuelo en una esquina, se sienta en el suelo y esconde la cabeza entre las piernas. De pronto, siente que debe mirar, no sabe si es una luz, una sutilleza en el ambiente, un llamado, algo le obliga a levantar la cabeza…es el esqueleto…a medida que mira, le empieza a bajar un sentimiento de compasión y siente que no puede dejar de mirar esos huesos que se desarticularon en su loca huída. Se levanta, avanza con cuidado y lentamente empieza a desenredar el esqueleto del anzuelo. Lo hizo con ternura y delicadeza y no paró hasta ordenar huesos y huesitos, hasta que todos quedaron en su lugar. Agotado, se mete a la cama y se queda dormido.
Más tarde, la mujer esqueleto se incorpora y empieza a observarlo, agradecida. Mientras vigila su sueño, ella ve asomar una lágrima de los ojos del pescador y se acuerda que tiene mucha sed. Se acerca a beber de esa lágrima y a medida que bebe, sintió más y más sed, toda la sed acumulada en su vida marcada por la aridez, y bebió y bebió, y la lágrima, ahora convertida en chorro sació su sequía. Aún sentada al lado del pescador, se percata ahora de un lejano y potente sonido, es como el ruido lejano del tambor: pum, pum, pum, pum, descubre que el ruido proviene del pecho del pescador; sigue el sonido y mete la mano en su interior y extrae su corazón. Con él en la palma de la mano empezieza a cantar y a golpear suavemente, acelerando el ritmo, y en su canto pide carne para sus huesos y todo lo necesario para volver a ser una mujer. Cuando se siente completa, agradece y yace con el pescador cuerpo a cuerpo.
Cuenta la leyenda que al día siguiente, ambos amanecieron abrazados y que los dioses les prometieron que jamás les faltaría el alimento el resto de sus vidas.
Espantado, enloquecido, huye tirando del anzuelo, sin percatarse que con él arrastra su presa. Jadeando, sin descanso, abre la puerta de su cabaña y arroja el anzuelo en una esquina, se sienta en el suelo y esconde la cabeza entre las piernas. De pronto, siente que debe mirar, no sabe si es una luz, una sutilleza en el ambiente, un llamado, algo le obliga a levantar la cabeza…es el esqueleto…a medida que mira, le empieza a bajar un sentimiento de compasión y siente que no puede dejar de mirar esos huesos que se desarticularon en su loca huída. Se levanta, avanza con cuidado y lentamente empieza a desenredar el esqueleto del anzuelo. Lo hizo con ternura y delicadeza y no paró hasta ordenar huesos y huesitos, hasta que todos quedaron en su lugar. Agotado, se mete a la cama y se queda dormido.
Más tarde, la mujer esqueleto se incorpora y empieza a observarlo, agradecida. Mientras vigila su sueño, ella ve asomar una lágrima de los ojos del pescador y se acuerda que tiene mucha sed. Se acerca a beber de esa lágrima y a medida que bebe, sintió más y más sed, toda la sed acumulada en su vida marcada por la aridez, y bebió y bebió, y la lágrima, ahora convertida en chorro sació su sequía. Aún sentada al lado del pescador, se percata ahora de un lejano y potente sonido, es como el ruido lejano del tambor: pum, pum, pum, pum, descubre que el ruido proviene del pecho del pescador; sigue el sonido y mete la mano en su interior y extrae su corazón. Con él en la palma de la mano empezieza a cantar y a golpear suavemente, acelerando el ritmo, y en su canto pide carne para sus huesos y todo lo necesario para volver a ser una mujer. Cuando se siente completa, agradece y yace con el pescador cuerpo a cuerpo.
Cuenta la leyenda que al día siguiente, ambos amanecieron abrazados y que los dioses les prometieron que jamás les faltaría el alimento el resto de sus vidas.
Me encantan las ilustracones de este cuento, son tan evocadoras...
ResponderEliminarPablo Auladell es uno de mis ilustradores favoritos. Ese punto surrealista, como desdibujado pero diciéndolo todo, evocador, mágico, le hace muy especial. Y como ya he dicho unas cuantas veces por aquí, junto con el otro Pablo, Pablo Albo, forman un binomio fantástico.
ResponderEliminarHe ido consiguiendo todo lo que han publicado juntos, bueno, todo lo que he podido encontrar fácilmente, me queda, Caracol (Edebé) y Mar de sábanas (Anaya) que están descatalogados y creo que me costará encontarlos, pero bueno, con el tiempo y una caña, todo se consigue.
Por internet he encontrado esto. A ver si tienes suerte y los consigues.
ResponderEliminarAh, gracias por enlazar mi web.
Bsss
Inma de Miguel
http://www.libreriauniversal.com/%C3%93yeme-con-los-ojos-es432289a.htm
9788466727259
Mar de sábanas
Autor:Pérez Antón, Pablo; Auladell Pérez, Pablo
Editorial:Anaya Madrid Octubre - 2003
10,58 4 días Lab.
Me ha hecho gracia, precisamente, encontrarlo en la Mar de Letras:
http://www.lamardeletras.com/tienda.php?ver=libro&codigo=22147
CARACOL
Autor: ALBO, PABLO
Editorial: EDEBÉ
4,60 €
Muchísimas gracias, Inma, ahora mismo voy a ver si puedo comprarlos. Estuve hace muy poquito con una compañera del Alfonso X (Carmen Rocavert)en Mar de Letras,no conocía la librería, y siempre es un gusto acercarse por allí y tomarse un cafetito en la plaza, así que ya tengo excusa para acercarme de nuevo.
ResponderEliminarUn beso.