"¡Ja! ¡Ja! ¡No nos hagas reír! ¡Un dragón color frambuesa! ¡Ja! ¡Ja! ¡No nos hagas reír!" Así le cantaban sus compañeros al pequeño dragón. Y es qe al pobre le gustaba tanto comer frambuesas que tenía la piel completamente salpicada de lunares rojos. ¿Qué podía hacer?
Es un de mis cuentos favoritos!
ResponderEliminarEs que es todo un bestseller.
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