La Abuela perdió el Dedal y echó la culpa al Gato. Arturo perdió un Dardo y sospechó de su hermana Lis. Mamá perdió un Carrete de seda azul y dijo: "Es el Duende Familiar"". Papá perdió un Dado y el pequeño Tito, hermano de ARturo y LIs, pagó el Pato. Eleanor perdió un anillo, aquel día vio una Urraca y pensó mal de ella. Miranda perdió una Carta de Amor y acusó al Viento. El Abuelo perdió la Boina y suspiró: "Un día perderé la cabeza". El Dedal, el Dardo, el Carrete, el Dado, el Anillo, la Carta de Amor y la Boina se encontraron un día y, como no tenían mucho que hacer, hablaron de sus respectivos dueños.
Y aquí empieza la fabulosa historia de las pequeñas cosas que tiene la vida...
No hay comentarios:
Publicar un comentario